INSTRUCCIÓN ORTOPÉDICA DE POSGRADO – IMÁGENES
Presentación del caso
Dr. Juan Pablo Ghisi, Dr. Adrián Trache
Argus Diagnóstico Médico
  Jefe del Servicio de Resonancia  Magnética, Hospital General de Agudos “Dr. Juan A. Fernández”,      Ciudad Autónoma de Buenos Aires,  Argentina
  Dr. Juan Pablo Ghisi • jpghisi@gmail.com http://orcid.org/0000-0001-7991-9228
Médico de Staff del Servicio de  Resonancia Magnética, Hospital General de Agudos “Dr. Juan A. Fernández”,  Ciudad Autónoma de Buenos Aires,  Argentina
  Argus Diagnóstico Médico
  http://orcid.org/0000-0002-5111-3828
http://dx.doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2019.84.4.1022
Mujer de 26 años, cuyo signo cardinal  es el engrosamiento de ambos tendones de Aquiles. Refiere que, aproximadamente 
  a los 14 años, comenzó con dolor y  tumefacción de ambos tobillos que recuerda como de presentación 
  aguda. En aquella oportunidad, fue  tratada con antinflamatorios, porque el cuadro se interpretó como esguinces.
  Con el correr de los años, la  tumefacción de ambos tobillos no sólo no mejoró, sino que, por el contrario, se  hizo 
  más evidente (Figura 1). Además,  aparecieron (o se incrementaron de tamaño) otros nódulos en manos y codos 
(Figura 2).
  Figura 1. Fotografía del tobillo izquierdo.
  Se observa la grosera tumefacción del
  tendón de Aquiles. La piel que recubre
  la región es sana y no tiene cambios  de
coloración.
  Figura 2. Fotografía de la mano derecha.
  Se observa una tumoración ovoidea en  el
  trayecto del tendón extensor del  tercer dedo,
  a la altura de la articulación
metacarpofalángica.
 La concentración de colestanol en  suero por cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas fue de 
  20,30 μmol/l (valor de referencia:  <5,0 μmol/l) y la determinación de ácidos biliares en orina por  espectrometría 
  de masas por ionización con  electrospray detectó un aumento de 27-nor colestanopentol, 5â-colestanotetrol y 
  5â-colestanohexol.  Este perfil bioquímico y los hallazgos de las imágenes sugirieron el diagnóstico  que fue confirmado 
  con una biopsia de tendones de  Aquiles. Se le indicó ácido quenodesoxicólico. Esta terapia de reemplazo 
  mejoró la tumefacción tendinosa que  volvió a incrementarse una vez que la paciente abandonó temporalmente la 
  medicación. Luego, fue operada de  ambos tendones de Aquiles con el fin de reducir sus volúmenes.
  Los síntomas neurológicos han sido  escasos a lo largo de los años y sólo ha manifestado cefaleas y eventuales 
  mareos. Nunca refirió trastornos  visuales. Tampoco señala alteraciones del ritmo evacuatorio. A la paciente aún  no 
  se le realizó el estudio genético.
Hallazgos e interpretación de los estudios por imágenes
 La paciente fue estudiada mediante  ecografía de los tendones de Aquiles, radiología convencional de tobillos 
  (imágenes no mostradas) y resonancia  magnética (RM) de tobillos, cerebro, columna vertebral, manos y codos.
  La RM de tobillos muestra  engrosamiento difuso de aspecto fusiforme de ambos tendones de Aquiles. El  tendón 
  adquiere un patrón de señal  heterogéneo reticulado, con señal iso-hiperintensa en secuencias de T1 y  densidad 
  protónica con supresión grasa  interpuesta entre las fibras tendinosas normales hipointensas. De manera  incidental, 
  en el estudio de los tobillos, se  encontró un similar patrón de presentación por RM, en ambos tendones peroneos 
  largos (Figuras 3 y 4).
  Figura 3. Resonancia magnética, corte axial
  potenciado en densidad protónica con  supresión
  grasa (3990/36) del tendón de Aquiles  izquierdo.
  Además del engrosamiento, esta  proyección permite
  ver el patrón reticular característico  de la entidad
  presentada. Similar hallazgo se repite  en el tendón
peroneo largo (puntas de flechas).
  Figura 4. Resonancia magnética, corte sagital potenciado
  en T1 (660/25) del tendón de Aquiles  izquierdo.
  Se advierte un marcado engrosamiento  fusiforme
  del tendón de Aquiles con señal  heterogénea a expensas
  de hiperintensidad global que alterna  con trabeculaciones
  lineales que reflejarían tejido  patológico (probablemente
  con cambios inflamatorios asociados) y  fascículos
residuales de colágeno normal,  respectivamente.
El examen de las otras regiones también mostró tumoraciones fusiformes en los tendones extensores del tercer dedo (Figuras 5 y 6) y el tríceps (Figuras 7 y 8), en forma bilateral.
  Figura 5. Resonancia magnética, corte
  axial potenciado en densidad protónica
  con supresión grasa (2960/29) y T1
  (636/13) de la mano derecha.
  La imagen nodular (flechas blancas)
  engloba al tendón extensor del tercer
  dedo protruyendo sobre el plano
  tegumentario. Las fibras tendinosas
  normales se entremezclan con el tejido
de la tumoración.
  Figura 6. Resonancia
  magnética, corte sagital
  potenciado en densidad
  protónica con supresión grasa
  (2100/25) y T1 (587/13)
  de la mano derecha.
  En el plano sagital, el nódulo
  (flechas amarillas) adquiere una
morfología fusiforme.
  Figura 7. Resonancia
  magnética, corte axial
  potenciado en densidad
  protónica con supresión
  grasa (2770/39) del codo
  izquierdo. Se identifica una
  tumoración en el trayecto
  del tendón del tríceps, que
se palpaba clínicamente.
  Figura 8. Resonancia magnética,
  corte sagital potenciado en densidad
  protónica con supresión grasa
  (3340/37) del codo izquierdo.
  Se distingue el patrón reticulado
característico de este tipo de  lesiones.
La RM de cerebro reveló anomalías menores en la fosa posterior (Figura 9), sin alteraciones evidentes en el compartimento supratentorial (lo que coincide con los escasos síntomas neurológicos de esta paciente). La RM de columna fue normal.
  Figura 9. Resonancia magnética, corte axial potenciado en T2 con supresión grasa
  (5470/95) de cerebro. Se reconoce una  sutil alteración de señal en la topografía del
núcleo dentado derecho (flechas).
Conflicto de intereses: Los autores no declaran conflictos de intereses.