INVESTIGACIÓN CLÍNICA
Tratamiento
percutáneo del hallux rigidus grado I/II en pacientes activos. Técnica
quirúrgica y resultados
Fernando E. Rosales
Andérica,* Benito Liprandi**
*Artro Nea, Centro de
Traumatología y Deporte, Corrientes, Argentina
**Servicio de Traumatología,
Hospital “José Ramón Vidal”, Corrientes, Argentina
RESUMEN
Introducción: El hallux rigidus es la enfermedad
degenerativa más frecuente del pie. El objetivo de este artículo es comunicar
los resultados de una técnica quirúrgica percutánea para mejorar el rango de
movilidad y eliminar el dolor en pacientes activos. Materiales y Métodos: Se realizó una revisión retrospectiva
de todos los pacientes con diagnóstico de hallux rigidus leve o moderado que se
habían sometido a una cirugía mínimamente invasiva/percutánea: queilectomía
dorsal del primer metatarsiano más osteotomía en cuña dorsal del primer
metatarsiano y la falange proximal del hallux, entre junio de 2019 y junio de
2022, con un seguimiento mínimo de 12 meses y máximo de 36 meses. Resultados: Se incluyó a 15 pacientes (19 pies)
con una edad promedio de 54 años (rango 38-71). El puntaje en la escala
analógica visual era 7 antes de la cirugía y 0,7 después (p <0,05). La
dorsiflexión promedio aumentó de 30° a 49° (p <0,05) y la flexión plantar,
de 14° a 20° (p <0,05). El puntaje promedio de la AOFAS aumentó de 60 (rango
52-68) antes de la operación a 85 (rango 81-89) en el último control (p
<0,001). Conclusiones: La
técnica mínimamente invasiva: queilectomía dorsal asociada a osteotomía
dorsiflexora en el metatarsiano distal y la falange proximal puede ser un
tratamiento confiable a largo plazo para el hallux rigidus grado I/II, es una
alternativa segura y efectiva en pacientes activos; se logran resultados
funcionales óptimos, con escaso dolor y complicaciones leves habituales.
Palabras clave: Hallux rigidus; cirugía mínimamente
invasiva; cirugía percutánea; queilectomía; osteotomía en cuña dorsal.
Nivel de
Evidencia: IV
Percutaneous
Treatment of Grade I/II Hallux Rigidus in Active Patients: Surgical Technique
and Outcomes
ABSTRACT
Introduction: Hallux rigidus
is the most common degenerative condition affecting the foot. This study aims
to present the outcomes of a percutaneous surgical technique designed to
improve range of motion and relieve pain in active patients. Materials and Methods: We conducted
a retrospective review of all patients diagnosed with mild to moderate hallux
rigidus who underwent minimally invasive/percutaneous surgery, involving dorsal
cheilectomy of the first metatarsal combined with a dorsal wedge osteotomy of
the first metatarsal and proximal phalanx of the hallux, between June 2019 and
June 2022. The minimum follow-up period was 12 months, with a maximum of 36
months. Results: A total of 15 patients (19 feet) were
included, with a mean age of 54 years (range: 38–71). The visual analog scale
(VAS) score decreased from 7 preoperatively to 0.7 postoperatively (p <
0.05). Mean dorsiflexion increased from 30° to 49° (p < 0.05), while
plantarflexion improved from 14° to 20° (p < 0.05). The mean AOFAS score
increased from 60 (range: 52–68) preoperatively to 85 (range: 81–89) at the
final follow-up (p < 0.001). Conclusions: The minimally
invasive approach—dorsal cheilectomy combined with dorsiflexion osteotomy of
the distal metatarsal and proximal phalanx—appears to be a reliable long-term
treatment for grade I/II hallux rigidus. This technique offers a safe and
effective alternative for active patients, achieving optimal functional
outcomes with minimal pain and only minor, common complications.
Keywords: Hallux
rigidus; minimally invasive surgery; percutaneous surgery; cheilectomy; dorsal
wedge osteotomy.
Level of Evidence: IV
INTRODUCCIÓN
Se define como hallux rigidus a la afección de la
primera articulación metatarsofalángica (MTF) y del complejo sesamoideo. Se
caracteriza por dolor, restricción de la movilidad y osteofitosis
periarticular.1,2
Se trata de la segunda enfermedad más frecuente en la primera articulación MTF
tras el hallux valgus y es la artrosis más común del pie y tobillo, pues afecta
al 2,5% de la población >50 años,2,3
es más frecuente en mujeres, y dos tercios de los casos tienen antecedentes
familiares y, en el 95% de los pacientes, el cuadro es bilateral.2
Se han propuesto varias etiologías, pero no se ha
determinado una exacta: traumática (la más citada en la bibliografía),
elevación del primer metatarsiano (metatarsus
primus elevatus), desequilibrio musculotendinoso, inflamatoria, infecciosa,
metabólica, iatrogénica, osteocondritis de la cabeza del primer metatarsiano en
los adolescentes, etcétera.
Actualmente, se ha demostrado que no existe una
relación constatable con la hipermovilidad del primer radio, la longitud
metatarsiana, la contractura del tendón de Aquiles o el gastrocnemio, o bien,
una alteración estructural del pie (pie plano), hallux valgus, elevación del
primer metatarsiano, inicio de la enfermedad en la adolescencia, ocupación o
tipo de calzado.1 Aunque sí
parece haber una serie de factores documentados asociados con el hallux rigidus,
como sexo femenino, hallux valgus interfalángico, metatarso aducto, morfología
plana o en chevron de la primera articulación tarsometatarsiana,2 síntomas bilaterales en pacientes con
antecedente familiar y síntomas unilaterales en pacientes con antecedente
traumático.1
En los adultos, el cuadro más diagnosticado es la
artropatía degenerativa, la cual provoca dolor articular mecánico con
disminución de la dorsiflexión máxima y aumento con el despegue durante la
marcha.1,2
El dolor referido por el paciente aparece al forzar la dorsiflexión y con la
desviación lateral del hallux. El dolor que inicialmente
solo aparece al final de la dorsiflexión puede manifestarse a medio recorrido
del rango de movilidad, esto indica una mayor afección articular, lo que dificulta,
por tanto, el tratamiento conservador.2
Si progresa, compromete también la flexión plantar y, finalmente, toda la
movilidad, llega a producir anquilosis y dolor constante.4
El objetivo principal de este artículo es presentar
una técnica percutánea para el hallux rigidus que provoca síntomas leves o
moderados, en pacientes con grado I/II de la clasificación de Coughlin y
Shurnas (Tabla). La técnica consiste en la
combinación de queilectomía y osteotomía en cuña dorsal en el primer
metatarsiano y una osteotomía en cuña dorsal de la falange proximal, combinando
las técnicas percutáneas dorsiflexoras.5 El
objetivo secundario fue evaluar los resultados clínicos a largo plazo de dicho
tratamiento de conservación de la articulación con un mínimo de 36 meses de
seguimiento.6
MATERIALES Y MÉTODOS
Se llevó a cabo una revisión retrospectiva de todos
los pacientes con diagnóstico de hallux rigidus leve o moderado que se habían
sometido a una cirugía mínimamente invasiva/percutánea: queilectomía dorsal del
primer metatarsiano más osteotomía en cuña dorsal del primer metatarsiano y la
falange proximal del hallux, entre junio de 2019 y junio de 2022, con un
seguimiento mínimo de 12 meses y máximo de 36 meses.
Las evaluaciones clínicas incluyeron el rango de
movilidad pre y posoperatorio según la clasificación de Coughlin y Shurnas, y
la escala analógica visual (EAV) para dolor.
Técnica quirúrgica
Se coloca al paciente en decúbito dorsal, bajo
sedación, se administra un bloqueo anestésico local del antepié y se coloca un
torniquete en el tobillo.
Queilectomía dorsal. Se realiza una incisión medial de 4 mm,
aproximadamente a 2 cm proximal a la articulación MTF del hallux. Luego se
despega la cápsula de la exostosis tanto a medial como a dorsal. Se efectúa una
queilectomía agresiva con fresa tipo Wedge
Burr.
Osteotomía distal del primer
metatarsiano. Por el
mismo portal percutáneo previo, se realiza una osteotomía en cuña dorsal con
fresa tipo Shannon larga; se procede al cierre mediante osteoclasia y se fija
con tornillo de compresión, de proximal a distal y de medial a lateral de la
cabeza del primer metatarsiano, sin afectar la superficie articular (Figura 1).
Osteotomía de la falange
proximal. Se
efectúa una incisión percutánea medial de 4 mm sobre la falange proximal a 1 cm
distal de la articulación MTF, se procede a la desperiostización, la osteotomía
en cuña dorsal con fresa tipo Shannon larga, al cierre por osteoclasia y se
fija con tornillo de compresión, de proximal a distal y de medial a lateral, sin
afectar la superficie articular de la falange (Figura
2).
Se coloca un vendaje en ligera hiperextensión del
hallux y se indica la posterior descarga inmediata con sandalia posoperatoria.
La fijación con tornillos permite iniciar tempranamente la movilización
articular y los ejercicios de fisiokinesioterapia (Figura
3). Se permiten las actividades de impacto y deportivas a los 3 meses de
la cirugía.
RESULTADOS
Se analizaron los datos recopilados
prospectivamente de una serie de 15 pacientes (19 pies) entre junio de 2019 y
junio de 2022.
Se evaluó el efecto de este procedimiento usando la
clasificación clínica de Coughlin y Shurnas7
para la articulación MTF/interfalángica del hallux y la EAV para dolor.7-9
Se incluyó a 15 pacientes (19 pies) con una edad
promedio de 54 años (rango 38-71). El puntaje medio en la EAV era de 7 antes de
la cirugía y 0,7 después de ella (p <0,05). La dorsiflexión promedio aumentó
de 30° a 49° (p <0,05) y la flexión plantar, de 14° a 20° (p <0,05).
Las complicaciones posoperatorias más comunes
fueron: edema e inflamación en el 42% de los casos. No hubo evidencia de
lesiones nerviosas, daño al músculo extensor largo del dedo gordo ni
infecciones.
El tiempo promedio hasta usar un calzado habitual
fue de 3 semanas por protocolo.
DISCUSIÓN
En este estudio, se analizó una técnica quirúrgica
percutánea de preservación articular efectuada en pacientes jóvenes. Los
puntajes de la EAV y la American
Orthopaedic Foot and Ankle Society (AOFAS) mejoraron; además se observaron
notables mejorías funcionales respecto a la movilidad articular.
La cirugía mínimamente invasiva del antepié es una
realidad; en las últimas décadas, se ha comprobado que ofrece muchas ventajas
sobre la técnica abierta, con buenos resultados para los pacientes, como menos
complicaciones y un tiempo operatorio más corto.6,10-14
La mayoría de los estudios mencionan los beneficios
de la queilectomía mínimamente invasiva frente a la cirugía abierta. Morgan y
cols.13 realizaron un estudio
prospectivo comparando queilectomía abierta y mínimamente invasiva, y hallaron
una mejoría del dolor, la función y el aspecto social en el grupo de cirugía
mínimamente invasiva. En el grupo de cirugía abierta, se produjeron 3 fallos
que se convirtieron en artrodesis.
Razik y Sott14
evaluaron a 47 pacientes durante un mínimo de 1 año después de la cirugía (22
mínimamente invasiva y 25 con cirugía abierta). En todos, mejoró el puntaje de
la EAV para dolor; sin embargo, se produjeron menos casos de infección y de
complicaciones con la cirugía mínimamente invasiva.
A pesar de estos primeros informes positivos, se
han planteado varios problemas.
Se publicaron problemas con la técnica mínimamente
invasiva, como resección incompleta, necesidad de cirugía de revisión y
complicaciones secundarias al desbridamiento y los cuerpos sueltos en la
articulación.
Stevens y cols.15
tuvieron una tasa de reoperación similar en el grupo de cirugía mínimamente
invasiva (12,8%) debido a cuestiones relacionadas directamente con la técnica:
lesión del nervio cutáneo medial dorsal y rotura del extensor largo del dedo
gordo.
Teoh y cols.16
informaron una tasa de reoperación del 12%, 7 pacientes fueron sometidos a
artrodesis; 4, a queilectomía repetida por pinzamiento residual, y a uno le
extirparon abiertamente el cuerpo suelto.
El puntaje promedio de la EAV era de 7 antes de la
cirugía y 0,7 después (p <0,05). Todos los pacientes quedaron satisfechos y
volverían a someterse al procedimiento. La movilidad articular mejoró, en
promedio, de 14° de flexión plantar preoperatoria y 30° de dorsiflexión a 20° y
49°, respectivamente, después de la cirugía.
Todos iniciaron la descarga inmediatamente después
de la cirugía con una sandalia posoperatoria y transición a calzado deportivo a
las 3 semanas por protocolo. En nuestro estudio, no se detectaron infecciones
de heridas, ni lesiones de tendones o daño nervioso en un control final
promedio de 24 meses.
Este estudio no está exento de limitaciones. Una de
ellas es el número relativamente bajo de pacientes, la cohorte incluye solo 19
pies y, además, se podría investigar después a aquellos casos en los que el
rango de movilidad no aumentó significativamente como en el resto, para conocer
si existía algún tipo de resto óseo o cartilaginoso/sinovitis en la
articulación mediante la visualización artroscópica directa.
CONCLUSIONES
La técnica mínimamente invasiva: queilectomía
dorsal asociada a osteotomía dorsiflexora en el metatarsiano distal y la
falange proximal puede ser un tratamiento confiable a largo plazo para el
hallux rigidus grado I/II, y es una alternativa segura y efectiva en pacientes
jóvenes activos, los resultados funcionales son óptimos, el dolor es escaso y
provoca complicaciones leves habituales.
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ORCID de B. Liprandi:
https://orcid.org/0009-0003-1067-5087
Recibido
el 6-2-2024. Aceptado luego de la evaluación el 10-2-2025 • Dr.
Fernando E. Rosales AndÉrica • dr.rosalesanderica@gmail.com • https://orcid.org/0000-0003-2621-6208
Cómo
citar este artículo: Rosales Andérica FE, Liprandi
B. Tratamiento percutáneo del hallux rigidus grado I/II en pacientes activos.
Técnica quirúrgica y resultados. Rev Asoc
Argent Ortop Traumatol 2025;90(2):150-156. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.2.1921
Información del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.2.1921
Fecha de publicación: Abril, 2025
Conflicto de intereses: Los
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