INVESTIGACIÓN CLÍNICA
Abordaje del seno
del tarso y osteosíntesis con tornillos canulados en fracturas de calcáneo con
depresión articular
Pablo M. Yapur,
Horacio S. Herrera, Martín A. Rofrano Botta, Francisco J. Pereira, Pablo
Paitampoma Álvarez
Servicio
de Ortopedia y Traumatología, Hospital Alemán, Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
Argentina
RESUMEN
Introducción: La reducción abierta y fijación
interna mediante un abordaje lateral amplio representa la estrategia quirúrgica
más aceptada para el manejo de las fracturas de calcáneo con depresión
articular. Sin embargo, las altas tasas de complicaciones de partes blandas
llevaron a desarrollar técnicas menos invasivas que causaron menos
complicaciones y lograron mejores resultados funcionales. Objetivo: Evaluar las complicaciones y los
resultados funcionales de la reducción y osteosíntesis de calcáneo mediante el
abordaje del seno del tarso y tornillos canulados. Materiales y
Métodos: Entre
junio de 2016 y junio de 2022, se trataron 14 fracturas de calcáneo con
depresión articular por un abordaje del seno del tarso y tornillos canulados.
Se evaluaron las complicaciones posoperatorias, los resultados en las
radiografías y las tomografías, los resultados funcionales con la escala de la
AOFAS y un cuestionario autoadministrado sobre la conformidad. Resultados: Con un seguimiento medio de 19.28
meses, el puntaje promedio de la AOFAS fue de 84,14. Hubo una infección
superficial tratada con antibiótico por vía oral. En 2 pacientes, fue necesario
retirar el material de osteosíntesis. Las imágenes del posoperatorio inmediato
y alejado no mostraron diferencias significativas con el calcáneo contralateral
sano. No hubo escalones articulares >2 mm en los controles tomográficos
posoperatorios. Ocho estaban conformes con el resultado y 6, muy conformes. Conclusión: El abordaje del seno del tarso
asociado a tornillos canulados asegura iguales o mejores resultados funcionales
e imagenológicos, con menos complicaciones, que el abordaje lateral amplio con
una placa lateral.
Palabras clave: Calcáneo; abordaje mínimamente
invasivo; seno del tarso.
Nivel de
Evidencia: IV
Sinus Tarsi
Approach and Osteosynthesis with Cannulated Screws in Calcaneal Fractures with
Articular Depression
ABSTRACT
Introduction: Open reduction
and internal fixation via an extended lateral approach is the most commonly
accepted surgical strategy for managing intra-articular calcaneal fractures
with articular depression. However, the high rate of soft tissue complications
associated with this technique has led to the development of less invasive
alternatives that aim to reduce complications and improve functional outcomes. Objective: To evaluate the complications and
functional outcomes of calcaneal fracture fixation using the sinus tarsi
approach and cannulated screws. Materials and
Methods: Between June 2016 and June 2022, 14 intra-articular
calcaneal fractures with articular depression were treated using the sinus
tarsi approach and cannulated screw fixation. Postoperative complications,
radiographic outcomes (Gissane angle, Böhler angle, calcaneal length and
width), and CT findings (Sanders classification) were assessed, along with
functional outcomes using the American Orthopaedic Foot & Ankle Society
(AOFAS) score and a self-administered satisfaction questionnaire. Results: With a mean follow-up of 19.28
months, the average AOFAS score was 84.14. One superficial infection was
reported and successfully treated with oral antibiotics. In two patients,
hardware removal was required. Immediate and late postoperative imaging showed
no significant differences compared to the contralateral healthy calcaneus. No
postoperative articular step-offs greater than 2 mm were observed on CT scans.
Eight patients reported being satisfied with the outcome, and six were very satisfied. Conclusion: The sinus tarsi approach combined
with cannulated screw fixation provides functional and radiographic outcomes
comparable to or better than those achieved with the extended lateral approach
and lateral plating, with fewer soft tissue complications.
Keywords: Calcaneus;
minimally invasive approach; sinus tarsi.
Level of Evidence: IV
INTRODUCCIÓN
Las fracturas de calcáneo representan el 2% de
todas las fracturas y el 60% de las fracturas del tarso. En el 75% de los
casos, hay compromiso de la faceta articular posterolateral y es causa de
morbilidad futura.1,2
Durante décadas, su manejo quirúrgico se consideró
controversial. La mejor comprensión del mecanismo de la lesión y la morfología
fracturaria permitió clasificar estas lesiones, planificar tratamientos e,
incluso, predecir resultados.3-6
Esto condujo a la concepción actual: con la cirugía, se pueden esperar los
mejores resultados funcionales. Para ello será imperativo lograr dos objetivos:
recuperar la forma del cuerpo (altura, ancho y largo) y la congruencia de la
faceta articular posterolateral del calcáneo (FAPLc).
La reducción abierta y fijación interna mediante un
abordaje lateral amplio (AbLA) ha sido la estrategia quirúrgica más aceptada en
las últimas décadas. Este abordaje ofrece una correcta visualización de la
FAPLc, facilita la manipulación de los fragmentos fracturarios y permite colocar una placa en la cara lateral del calcáneo. Sin
embargo, este enfoque tiene tasas altas de complicaciones de partes blandas
(11-25%), infecciones y lesiones del nervio sural que desalentaron su uso.7-9
Se llevó a cabo un estudio para evaluar a 838
pacientes con un AbLA y 810 pacientes con un abordaje del seno del tarso (AbST)
y se llegó a la conclusión de que las tasas de complicaciones son
significativamente más bajas con las técnicas menos invasivas.10
Las técnicas mínimamente invasivas tienen por
objetivo reducir y fijar la fractura en forma enteramente percutánea o por
pequeños abordajes, como el AbST.11
En estas técnicas, se utilizan clavijas de Kirschner, placas específicas,
tornillos o la combinación de estos implantes, como fijación interna definitiva12. La ventaja de una menor agresión a la
piel y las partes blandas asegura tasas de complicaciones más bajas.
Independientemente del método de fijación, las técnicas menos invasivas
lograron mejores resultados funcionales y provocaron menos complicaciones que
las técnicas que utilizaron un AbLA.13
El objetivo de nuestra investigación fue evaluar
las complicaciones, los resultados funcionales e imagenológicos, de la cirugía
mínimamente invasiva, empleando el AbST y osteosíntesis con tornillos
canulados, en fracturas de calcáneo con depresión articular (FCDA) (Sanders
tipos II y III).
MATERIALES Y MÉTODOS
La muestra estaba conformada por 17 pacientes con
fractura de calcáneo, por muestreo crítico, no probabilístico. La distribución
por sexo era de 12 hombres y 5 mujeres. La edad promedio era de 54 años (rango
28-76). Se incorporó a pacientes sometidos a reducción abierta de la FAPLc
mediante un AbST y fijación interna con tornillos canulados, entre junio de
2016 y junio de 2022. Se evaluaron el mecanismo de la lesión, las
comorbilidades, las lesiones asociadas, el tiempo promedio desde la lesión
hasta la cirugía y la estancia hospitalaria promedio.
Los criterios de inclusión fueron: fracturas de
calcáneo Sanders tipos II y III, cerradas, tratadas con reducción abierta
(AbST) y fijadas con tornillos canulados, y un seguimiento >12 meses.
Los criterios de exclusión fueron: fracturas
abiertas, edad <18 años, fractura previa de calcáneo, fractura bilateral de
calcáneo, fracturas de tarso previas o agudas e imposibilidad de contactarse
para el último control alejado.
Se realizó una evaluación con estudios por imágenes
antes de la cirugía, en el posoperatorio inmediato y alejado, además de un
análisis del lado contralateral sano. Para ello, se recurrió a las radiografías
y la tomografía computarizada (TC).
La evaluación radiológica incluyó el análisis de
radiografías de perfil del pie, midiendo la longitud del calcáneo, el ángulo de
Böhler y el ángulo de Gissane. En las radiografías axiales de calcáneo, se
evaluó el ancho. Antes de la cirugía y mediante la TC, se clasificaron las
fracturas según Sanders.5 Además,
se evaluó la afección de la articulación calcáneo-cuboidea siguiendo los
criterios de Gallino.14 El tipo I
es una línea de fractura que se extiende hasta la superficie articular con un
desplazamiento mínimo, el tipo II se caracteriza por una conminución de la
carilla articular que compromete <50% de la articulación y, en el tipo III,
la conminución afecta >50% de la articulación y se asocia con subluxación
lateral.6
En el posoperatorio inmediato, se tomaron las
mismas proyecciones radiográficas y mediciones que en la evaluación
preoperatoria. Se consideró una buena reducción radiográfica cuando las
diferencias angulares no superaban los 5° en comparación con el lado
contralateral sano. Todas las reducciones fueron evaluadas por TC en el posoperatorio,
analizando la calidad de la reducción de la FAPLc, esto según los criterios de
Sanders: reducción anatómica: escalón en la FAPLc ≤1 mm, reducción casi
anatómica: escalón de entre 1 y 3 mm, reducción aproximada: escalón de entre 3
y 5 mm, falla de reducción: escalón >5 mm.6
La evaluación en el posoperatorio alejado se llevó
a cabo con las mismas proyecciones radiográficas que en el posoperatorio
inmediato. Se consideró que había un desplazamiento secundario cuando existía
una alteración >5° respecto a los valores medidos en el posoperatorio
inmediato.
La evaluación funcional se realizó con la escala de
la American Orthopaedic Foot and Ankle
Society (AOFAS) de retropié y un cuestionario sobre el resultado funcional
obtenido con una escala tipo Likert de 4 ítems: muy conforme, conforme, poco
conforme o disconforme.
Se registraron las complicaciones posoperatorias.
Se analizaron los desplazamientos secundarios (diferencia >5° en las
mediciones de parámetros radiográficos en el posoperatorio inmediato y el
alejado). Se evaluó la necesidad de retirar el material de osteosíntesis como
una complicación alejada.
Técnica quirúrgica
Luego del bloqueo regional y la sedación
anestésica, se ubica al paciente en decúbito lateral, con la pierna del miembro
por operar en una piernera. Se coloca un manguito hemostático en el muslo. La
pierna permanece paralela al piso, lo mismo que el eje longitudinal del pie. Se
ubica el intensificador de imágenes de modo de obtener las proyecciones de
perfil de calcáneo, Broden y axial, solo moviendo el brazo del arco en C.
Se coloca un clavo de Schanz transfixiante en la
tuberosidad mayor del calcáneo, de lateral a medial, marcando el punto de
entrada en la proyección de perfil, proximal a la cortical plantar. Se orienta
el clavo de Schanz perpendicular a la tuberosidad mayor y se evalúa el
paralelismo de ese clavo de Schanz a la cortical plantar en la proyección axial
(Figura 1A).
El primer ayudante procede a efectuar la tracción
utilizando el clavo de Schanz transfixiante corrigiendo la deformidad. Se
realiza una tracción axial y en varo/valgo para recuperar así la anatomía del
calcáneo por ligamento-taxis. Luego, se coloca una primera clavija guía (para
tornillo de posición de 6,5/7 mm) paralela a la cortical medial para
solidarizar la tuberosidad mayor al fragmento sustentacular, reparo anatómico
generalmente no desplazado y estable (Figura 1B).
A continuación, se procede con el AbST y la
reducción por la visualización directa de la FAPLc (Figura
2). Fijación de la FAPLc con una o
dos clavijas. Se colocan de lateral y posterior a anterior y medial,
dirigidas al sustentaculum tali.
Posteriormente se sustituyen por tornillos canulados en compresión de 3,5/4 mm
(Figura 1C). Por último, se coloca la
segunda clavija guía (línea C) que será sustituida por un tornillo canulado, de
rosca completa de 6,5/7 mm. Esta corre paralela a la cortical lateral y
solidariza la tuberosidad mayor con la menor (Figuras
1D y 3).
La cantidad y orientación de los tornillos de 6,5/7
mm dependerá de los trazos de fractura. El objetivo de estos es solidarizar la
tuberosidad mayor con el cuerpo del calcáneo y con la tuberosidad menor,
generando además un “andamiaje” que le brinde estabilidad a la carilla
articular posterolateral (Figuras 4-6).
Análisis estadístico
Las variables cuantitativas se describen como
medias, desviación estándar, medianas, rango y rango
percentil, según su distribución, mientras que las variables cualitativas se
expresan como porcentajes. Los datos continuos se compararon con la prueba de
la t de Student para muestras independientes. Se consideró estadísticamente
significativo un valor p <0,05. El estudio de relación lineal para las
variables categóricas utilizó la prueba de correlación de Spearman, se
consideró estadísticamente significativo un valor p <0,01. Todos los datos
fueron volcados en una planilla de MS Excel y los cálculos estadísticos se
realizaron con el programa IBM SPSS 23.0.
RESULTADOS
Catorce pacientes (14 fracturas) cumplieron los
criterios de inclusión. Según la clasificación de Sanders, 10 (71,43%) eran
tipo II y 4 (28,57%), tipo III. La articulación calcáneo-cuboidea estaba
afectada en 8 pacientes (57,14%). Según los criterios de Gallino, 4 eran tipo I
(28,57%); 3, tipo II (21,43%) y una (7,14%), tipo III. La fractura se había
producido como consecuencia de una caída de altura en 13 casos (92,86%) y por
un accidente de moto en uno (7,14%). Con respecto a las comorbilidades, dos
pacientes eran diabéticos. En cuanto a las lesiones asociadas, uno (7,14%)
tenía una fractura de la primera vértebra lumbar.
La media de tiempo desde la lesión hasta la cirugía
fue de 7 ± 3.16 días. La estancia hospitalaria promedio fue de 1.21 ± 0.43
días; y el seguimiento promedio, de 19.28 meses (rango 14-26).
Se registró una sola complicación: una infección
superficial en un paciente diabético, que se curó con tratamiento antibiótico
por vía oral. Fue necesario retirar el material de osteosíntesis en 2
pacientes. Uno tenía intolerancia al calzado relacionada con un tornillo de 7
mm. Otro presentaba una tenosinovitis por fricción del tendón peroneo lateral
corto contra un tornillo de 4 mm, próximo a la FAPLc. Cinco pacientes
refirieron molestias ocasionales por los implantes, que no justificaron su
retiro.
La media del ángulo de Böhler mostró diferencias
significativas entre el calcáneo contralateral sano (30,76° ± 5,71°) y la
determinación preoperatoria (14,05° ± 6,60°). Sin embargo, las diferencias
entre el lado contralateral sano (30,76° ± 5,71°) y los
valores posoperatorios, tanto inmediato (29,50° ± 5,96°) como alejado (29,86° ±
6,51°), fueron mínimas. Asimismo, se consideraron los percentiles 25, 50 y 75.
Las pruebas de la t de Student para muestras independientes confirmaron que no
hubo diferencias estadísticamente significativas entre las mediciones en el
calcáneo contralateral sano y los valores posoperatorios inmediato (intervalo
de confianza del 95% [IC95%], p <0,571, d = 0,216) y alejado (IC95%, p
<0,700, d = 0,147), mientras que sí hubo diferencias significativas con el
valor preoperatorio (IC95%, p <0,001, d = 2,708).
La media del ángulo de Gissane resultó con diferencias
entre el calcáneo contralateral sano (119,03° ± 6,99º) y el valor preoperatorio
(110,31º ± 10,01º). Sin embargo, entre el lado contralateral sano (119,03° ±
6,99º) y las determinaciones del posoperatorio inmediato (118,85 ± 7,54) y el
alejado (119,00 ± 7,43), la diferencia no fue significativa. Las pruebas de la
t de Student para muestras independientes confirman que no hubo diferencias
estadísticamente significativas entre el calcáneo contralateral sano y los
valores posoperatorios inmediato (IC95%, p = 0,948, d = 0,0248) y alejado
(IC95%, p = 0,992, d = 0,004), mientras que sí hubo diferencias significativas
con el valor preoperatorio (IC95%, p = 0,013, d = 1,010).
La media de la longitud del calcáneo arrojó
diferencias mínimas entre el calcáneo contralateral sano (77,61 ± 8,25), el
valor preoperatorio (76,01 ± 8,47), los valores posoperatorios inmediato (78,26
± 8,01) y alejado (76,99 ± 7,56). Las pruebas de la t de Student para muestras
independientes confirman que no hubo diferencias estadísticamente
significativas entre el calcáneo contralateral sano, el valor preoperatorio
(IC95%, p = 0,617, d = 0,191) y los valores posoperatorios inmediato (IC95%, p
= 0,835, d = -0,080) y alejado (IC95%, p = 0,836, d = 0,078).
La media del ancho del calcáneo mostró diferencias
entre el calcáneo contralateral sano (36,94 ± 4,09) y el valor preoperatorio
(44,13 ± 9,36). Sin embargo, entre el lado contralateral sano (36,94 ± 4,09º) y
los valores posoperatorios inmediato (39,17 ± 4,77) y alejado (38,99 ± 5,16), la
diferencia fue poca.
La TC posoperatoria reveló 9 reducciones anatómicas
y 5 reducciones casi anatómicas. La media del puntaje de la AOFAS fue de 84,14
±11 y la mediana, de 86,00 (Tabla).
En cuanto a la encuesta autoadministrada sobre la
satisfacción funcional que percibe el paciente, los resultados fueron: muy
conforme (42,90%) y conforme (57,10%).
DISCUSIÓN
El manejo quirúrgico de las FCDA supone el logro de
2 objetivos: recuperar la forma (alto, largo y ancho) del cuerpo y la
congruencia de la FAPLc. Restablecer la anatomía normal se asocia a mejores
resultados funcionales y reduce la necesidad de reintervenciones.15 En este contexto, la reducción abierta y
fijación interna con placa y tornillos por un AbLA ha representado, en las
últimas décadas, el tratamiento de referencia para el manejo de estas lesiones.16 Sin embargo, las altas tasas de
complicaciones (dehiscencia y necrosis de la piel, infecciones superficiales y
profundas, formación de hematomas, lesión del nervio sural o de los peroneos
laterales) con este abordaje han llevado a reconsiderar su seguridad y al
desarrollo de técnicas menos invasivas que suponen menos complicaciones.17
El AbLA proporciona una excelente visualización de
la fractura y permite al cirujano reducir y fijar los fragmentos fracturarios
con comodidad.1 Es imperativo el manejo
atraumático de partes blandas y generar un colgajo de espesor total si se busca
evitar complicaciones. Folk y cols.8
comunicaron problemas de la herida en 48 (25%) de 190 pacientes con fracturas
tratadas mediante un AbLA, 40 (21%) requirieron una nueva cirugía para su
resolución. Además, identificaron a la diabetes y el tabaquismo como factores
de riesgo independientes para su desarrollo. En una revisión de 218 fracturas
tratadas por un AbLA, Harvey y cols.9
informan una tasa general de complicaciones de la herida del 11%, 6 (2,8%)
pacientes tenían compromiso del nervio sural. El AbST se desarrolla desde el
maléolo lateral hacia la base del cuarto metatarsiano con un largo de 3 a 5 cm.
Ofrece una amplia exposición de la FAPLc con mínima disección. Además, reduce
la necesidad de luxar los peroneos, puede extenderse distalmente para exponer
la articulación calcáneo-cuboidea. El AbST llevó a una significativa reducción
de las complicaciones, pero, en algunos estudios, se informan tasas de
infección superficial del 14%, por lo que debe sospecharse. Weber y cols.18 compararon 24 FCDA tratadas mediante un AbST y
tornillos canulados, con 26 pacientes tratados por un AbLA y placa lateral. Las
complicaciones en el grupo de AbLA fueron: retraso en la cicatrización de la
herida (1 caso, 3,85%), formación de hematoma (1 caso, 3,85%), lesión del
nervio sural (2 casos, 7,69%) y síndrome de dolor regional complejo (4 casos,
15,4%). El grupo con un AbST no tuvo complicaciones. Kline y cols.19 reportaron una disminución significativa
de las complicaciones de la herida y de la necesidad de procedimientos
quirúrgicos posteriores en los pacientes del grupo con AbST, y aconsejan su uso
cuando el riesgo de complicaciones de la herida es alto. Nosewicz y cols.17 publicaron una revisión sistemática y un
metanálisis de 9 estudios, con 331 fracturas tratadas por un AbST y 390
fracturas con AbLA. Se produjeron complicaciones menores en la cicatrización de
la herida, en 11 (4,9%) AbST y en 82 (24,9%) AbLA; de ellas, el 71% fueron
menores y el 29%, mayores. En nuestra serie, solo un paciente (7,14%) sufrió
una infección superficial de la herida que se curó con tratamiento antibiótico
por vía oral. Este paciente tenía diabetes. No se produjeron infecciones
profundas, necrosis o dehiscencia de la herida ni compromiso del nervio sural.
La capacidad de fijación de los tornillos canulados puede parecer cuestionable;
sin embargo, pocas publicaciones fundamentan qué implante es el ideal para el
tratamiento quirúrgico de las FCDA. En un estudio cadavérico, Nelson y cols.20 compararon la capacidad de fijación de
una placa lateral anatómica y de los tornillos canulados en 20 piezas a las que
se les creó un trazo IIB de Sanders. Llegaron a la conclusión de que ambos
sistemas aseguran una fijación suficiente. En otro estudio cadavérico que
comparó placas, tornillos canulados, tornillos reabsorbibles y alambres de
Kirschner, en fracturas Sanders tipo III, Ni y cols.12 también sostienen que no hay ventajas de
la placa sobre los tornillos canulados. Wang y cols.,21 en su revisión sistemática y
metanálisis que incluyó solo estudios clínicos aleatorizados, compararon ambas
osteosíntesis en términos de función, calidad de la reducción y complicaciones.
Con respecto a los resultados imagenológicos, los tornillos canulados son
superiores, los resultados funcionales no mostraron diferencias, pero el grupo
con tornillos canulados tuvo menos complicaciones de partes blandas. Guo y
cols.22 analizaron la estabilidad
de los tornillos canulados frente a la placa anatómica colocada mediante un
AbST comparando los resultados clínicos, imagenológicos y los costos. No
hallaron diferencias significativas en cuanto a la calidad de la reducción ni
la función, pero los costos de los tornillos canulados fueron
significativamente menores.7 Si
optamos por los tornillos canulados, en la bibliografía, tampoco se sugiere el
mejor montaje. El objetivo del constructo será simplificar la fractura del
cuerpo (uniendo la tuberosidad mayor a la anterior con tornillos canulados de
6,5/7 mm) y brindar un andamiaje de soporte a la faceta posterolateral,
previamente sintetizada al sustentaculum
tali con 1 o 2 tornillos canulados de 4,5 mm en compresión. En nuestra
serie, no detectamos desplazamientos secundarios, por lo que estimamos que los
tornillos canulados son seguros. Además, consideramos que son más fáciles de
implantar y minimizan la agresión de partes blandas y así disminuyen las
complicaciones.
La mejor exposición de la fractura lograda con el
AbLA debería proporcionar mejores reducciones; no obstante, los tornillos
canulados asociados al AbST resultaron ser más predecibles para mejorar los
ángulos de Gissane y Böhler. Pitts y cols.23
compararon 51 FCDA tratadas por un AbST y tornillos canulados con 23 fracturas
tratadas por un AbLA y no hallaron diferencias significativas. Wang y cols.21 sostienen que los tornillos canulados
aseguran mejores reducciones. En nuestra serie, tanto el ángulo de Gissane como
el de Böhler en el posoperatorio alejado no tuvieron diferencias significativas
con respecto al calcáneo contralateral sano, por lo que concluimos en que la
menor exposición fracturaria no conduce a defectos de reducción. Sanders y
cols. recomiendan la TC para la evaluación posoperatoria
de la reducción de la FAPLc y clasificarlas según la altura del escalón
remanente. Consideran que una reducción es anatómica cuando el escalón no es
superior a 1 mm y casi anatómica cuando el escalón mide entre 1 y 3 mm.6 El AbST nos permitió lograr 9 reducciones
anatómicas y 5 reducciones casi anatómicas, no registramos escalones >2 mm.
Creemos que la visualización de la FAPLc que ofrece el AbST es suficiente para
una correcta reducción.
En cuanto a los resultados funcionales, no se ha
podido demostrar que el AbST asociado a tornillos canulados sea superior a
otras técnicas. Weber y cols.18
compararon 24 AbST y tornillos canulados con 26 AbLA y placa lateral. El
puntaje de la AOFAS fue de 82,6 para el AbLA y de 87,2 para el AbST (p = 0,17).
Peng y cols.10 llevaron a cabo un
estudio retrospectivo de 45 FCDA (21 tornillos canulados vs. 24 placas). El
puntaje de la AOFAS fue de 80,3 para los tornillos canulados y de 83,6 para las
placas (p = 0,09). En otro estudio retrospectivo, Weng y cols.24 compararon 78 tornillos canulados y 72
placas, con un seguimiento de 8.7 años, y no hallaron diferencias
estadísticamente significativas entre los métodos. En nuestra serie, el puntaje
promedio de la AOFAS fue de 84,14 (rango 67-94), estos buenos resultados son
comparables con los obtenidos por la mayoría de los autores. Ocho pacientes de
nuestro estudio estaban conformes con el resultado y 6, muy conformes.
La intolerancia al material de osteosíntesis es una
complicación alejada frecuente en las fracturas de calcáneo operadas. En la
bibliografía, se afirma que entre el 10% y el 88% de las placas colocadas
mediante un AbLA deberán ser retiradas.6
Sin embargo, los tornillos canulados también pueden provocar síntomas, lo que
amerita su extracción. Driessen y cols.25
retiraron el 60% de los tornillos canulados implantados en la tuberosidad mayor
debido a la irritación local de la piel. En nuestra serie, la extracción del
material de osteosíntesis fue el procedimiento secundario más frecuente. En un
paciente, fue necesario retirar los tornillos de 7,5 mm por irritación de la
piel en el talón. Otro paciente presentó una tenosinovitis de los tendones
peroneos por la fricción contra la cabeza plana y prominente del tornillo de
4,5 mm de la FAPLc. En ambos, la sintomatología desapareció inmediatamente
después de extraer los implantes. Creemos que los tornillos canulados de cabeza
plana son la mejor opción, ya que si se implantan correctamente no será
necesario retirarlos; por el contrario, si quedan largos y generan fricción pueden
ser menos tolerados que los tornillos de cabeza redonda. Si es necesario
retirarlos, esto se resuelve también con un abordaje mínimamente invasivo y de
forma ambulatoria, sin recurrir a abordajes amplios, como con las placas, y así
disminuye el riesgo de complicaciones.
Rodemund y cols.26
asocian un AbST a tornillos canulados y recomiendan la cirugía dentro de los
primeros 3 días después de la lesión, incluso si hay edema de partes blandas,
sin que esto genere un aumento de las complicaciones de la cicatrización de las
heridas. Shams y cols.27
publicaron una serie prospectiva de casos de FCDA usando un AbST y tornillos
canulados. Según estos autores, la tasa de satisfacción del 91% y un puntaje de
Maryland de 85 podrían relacionarse con la cirugía temprana (3.2 días).
Nuestro enfoque terapéutico supone una cirugía
rápida, cuanto menor sea el tiempo desde la lesión hasta la cirugía, más fácil
será la movilización de los fragmentos y la reducción. En nuestra serie, la
media de tiempo desde la lesión hasta la operación fue de 7.64 días (rango
1-10). Coincidimos en la importancia de realizar el tratamiento quirúrgico lo
antes posible, aunque interpretamos que estos tiempos son difíciles de
reproducir en nuestro medio.
Las debilidades de nuestro estudio son el reducido
tamaño de la muestra y el seguimiento promedio de 19.28 meses (imposibilita
evaluar complicaciones a mediano y largo plazo). Como fortalezas, destacamos la
detallada descripción de la técnica, la correcta evaluación por imágenes
(radiografía y TC) y el análisis estadístico de los resultados.
CONCLUSIONES
El AbST ofrece una correcta exposición de la FAPLc
con una disección y un trauma mínimos de partes blandas. La fijación interna
con tornillos canulados es segura, los desplazamientos secundarios son
excepcionales. Con un AbST y tornillos canulados pueden esperarse iguales o
mejores resultados imagenológicos y funcionales, con menos complicaciones que
con un AbLA asociado a una placa lateral.
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ORCID de F. J.
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Paitampoma Álvarez: https://orcid.org/0009-0007-8068-1721
Recibido
el 11-9-2024. Aceptado luego de la evaluación el 5-3-2025 • Dr.
Pablo M. Yapur • yapur36@hotmail.com • https://orcid.org/0000-0002-6926-9732
Cómo
citar este artículo: Yapur PM, Herrera HS, Rofrano
Botta MA, Pereira FJ, Paitampoma Álvarez P. Abordaje del seno del tarso y
osteosíntesis con tornillos canulados en fracturas de calcáneo con depresión
articular. Rev Asoc Argent Ortop
Traumatol 2025;90(2):166-176. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.2.2025
Información del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.2.2025
Fecha de publicación: Abril, 2025
Conflicto de intereses: Los autores no declaran
conflictos de intereses.
Copyright: © 2025, Revista de la
Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología.
Licencia: Este artículo está bajo una
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