INSTRUCCIÓN
ORTOPÉDICA DE POSGRADO - IMÁGENES
Resolución del caso
Juan Ignacio Pérez
Abdala, Tomás Scarpaci, José I. Albergo, Germán Farfalli, Luis Aponte Tinao
Instituto
de Ortopedia y Traumatología “Carlos E. Ottolenghi”, Hospital Italiano de
Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Presentación
del caso en la página 3.
Fractura por estrés como diagnóstico
diferencial de sarcomas óseos
RESUMEN
Las fracturas por estrés requieren una
evaluación exhaustiva para distinguirlas de procesos neoplásicos. Esta incluye
la anamnesis, el examen físico y los estudios complementarios. Se propone un
algoritmo diagnóstico.
Palabras clave: Fractura
por estrés; biopsia; sarcoma óseo.
Nivel de Evidencia: IV
Stress Fracture as a Differential Diagnosis for Bone
Sarcomas
ABSTRACT
Stress fractures require a thorough
evaluation to differentiate them from neoplastic processes. This evaluation
includes medical history, physical examination, and diagnostic studies. A
diagnostic algorithm is proposed.
Keywords: Stress
fracture; biopsy; bone sarcoma.
Level of Evidence: V
Diagnóstico: Fractura por estrés del fémur
diafisario izquierdo.
DISCUSIÓN
Según los
hallazgos en los estudios por imágenes antes descritos, se decide realizar una
biopsia por punción de la lesión bajo guía tomográfica (Figura 4).
El
estudio anatomopatológico revela un hueso compacto con marcados signos de
remodelación, sin hallazgos de atipias celulares (Figura
5).
Al
descartar un proceso neoplásico y confirmar una fractura por estrés, se
mantiene la indicación de carga parcial y se solicita una interconsulta con
Endocrinología para evaluar posibles causas metabólicas, analizadas por
laboratorio y densitometría, que fueron descartadas.
Luego de
4 semanas de carga parcial, la paciente no tiene dolor, por lo que se autoriza
la carga completa. Las radiografías no muestran cambios con respecto a las
anteriores. En los controles a los 6 meses y al año, la paciente no tiene
síntomas y realiza las actividades cotidianas y deportivas sin restricción.
La
fractura por estrés se debe a una sobrecarga mecánica cíclica y repetitiva que
impide una adecuada remodelación ósea de un hueso metabólicamente sano, debido
a que la repetición de cargas por debajo del umbral de falla de resistencia
máxima del hueso lleva a microfracturas sin el tiempo suficiente de repararse.1,2 Es imprescindible distinguirlas de las
fracturas patológicas, donde existe tejido tumoral que reemplaza el hueso sano
y altera la resistencia de este, y de las fracturas por insuficiencia, donde la
arquitectura ósea está alterada, llevando a una menor calidad
ósea.1-3 En ambos casos, las
fracturas pueden producirse con cargas fisiológicas o traumas de muy baja
energía. La clásica tríada de una fractura por estrés es una actividad nueva o
modificación de la actividad, mayor intensidad y repetición, que lleva a la
aparición de síntomas; todas características que reúne nuestra paciente.3
Los
sitios de aparición dependen de la actividad que se realiza y las
características anatómicas. El fémur diafisario es un sitio de bajo riesgo; y
siempre deben considerarse factores metabólicos (Tabla
1).1
El
diagnóstico se apoya en la anamnesis, el examen físico y los estudios
complementarios, con imágenes y, eventualmente, anatomía patológica. En cuanto
a la anamnesis, indagar el tiempo de evolución, el tipo de actividad que
realiza el paciente y si ha cambiado su frecuencia o intensidad, las
características del dolor, la tolerancia a la carga y si hay dolor nocturno.
Normalmente, al comienzo, el dolor se produce sólo durante la actividad, pero
conforme avanza el estímulo mecánico, puede no ceder con el reposo e incluso
ser nocturno. Además, es importante recabar información sobre trastornos
metabólicos, hormonales y nutricionales, que pueden influir en el metabolismo
óseo.4
El examen
físico es poco específico: el paciente refiere dolor exquisito, con movilidad
completa dolorosa o limitada. Puede haber un aumento de la temperatura local,
tumefacción o tumoración en casos de larga duración.
El
tratamiento de estas lesiones incluye reducir la carga en el área afectada,
controlar el dolor con medicación, fisioterapia para mejorar el estado
biomecánico y evaluación del metabolismo fosfocálcico. El tiempo necesario de
consolidación ósea depende de la zona y la severidad, que debe ser monitorizada
clínicamente y con estudios por imágenes. Para prevenir nuevos episodios de
fracturas por estrés, hay que ajustar los factores biomecánicos y ambientales
que pueden estar alterados, como el tipo y la frecuencia de la actividad, las
deformidades esqueléticas, la indumentaria, los hábitos nutricionales.
Es
fundamental distinguir la fractura por estrés de procesos neoplásicos, conocida
como lesión símil tumor.5 En las
radiografías, se observan ciertas características sugestivas de una fractura
por estrés, aunque no siempre es sencillo detectarlas, y el diagnóstico puede
requerir de otros estudios por imágenes más específicos (Tabla 2). Los métodos diagnósticos por imágenes
necesarios pueden ser:
•
Radiografía:
método de estudio inicial. Al comienzo, la fractura por estrés no va a mostrar
cambios, estos aparecen tardíamente entre la segunda y cuarta semana desde el
inicio de los síntomas. Se puede observar engrosamiento cortical, reacción
perióstica benigna, línea radiolúcida cortical o esclerosis medular cuando está
en proceso reparativo.
•
TC: según
el tiempo de evolución, se puede visualizar, con más precisión, el
engrosamiento cortical focal, la reacción perióstica benigna y una línea
hipodensa, perpendicular al eje cortical que se encuentra envuelta de tejido
óseo reparativo hasta en el 79% de los casos.6
También se puede observar un edema circundante en las partes blandas. A
diferencia de una lesión tumoral, no hay adelgazamiento endóstico, compromiso
medular (alteración del patrón medular normal), calcificaciones, patrón
destructivo de la cortical (permeativo o en sacabocados), compromiso de partes
blandas, reacción perióstica maligna (sol naciente, triángulo de Codman o
catáfilas de cebolla) o lesiones corticales hipodensas tipo nidus. Se puede hacer una TC con
contraste, donde se realza el tejido con hiperemia, aunque no la usamos de
rutina.
•
RM:
estudio con mayor sensibilidad y especificidad para el diagnóstico de una
fractura por estrés. Cuando comienzan los síntomas, puede visualizarse un edema
medular y perióstico, con edema de partes blandas adyacente. El aumento de
señal medular en las secuencias T2 o STIR es una característica poco
específica, y para definirlo mejor, es muy útil la secuencia T1 que muestra con
más definición la hipointensidad circunscripta en casos de neoplasia por el
componente tumoral, o más difusa en casos de fractura por estrés por el edema.
La adición de un medio de contraste puede identificar lesiones neoplásicas al
demarcar el componente inflamatorio y resaltar la masa tumoral. Con la
evolución se puede observar un engrosamiento cortical y, en casos avanzados,
una línea hipointensa en las secuencias T1 o T2 que corresponde a una línea de
fractura, aunque estos cambios óseos se aprecian mejor en la TC. El edema
medular puede tardar hasta 6 meses en desaparecer después de la resolución de
los síntomas y es a causa de la remodelación ósea.
•
Centellografía
ósea: capta sitios con elevada actividad metabólica, es altamente sensible,
pero muy poco específica. Normalmente, la fractura por estrés hipercapta de
forma lineal o localizada, mientras que un proceso neoplásico lo hace de forma
difusa, aunque estos patrones no son específicos. Hoy en día, este estudio ha
sido reemplazado por la RM.
•
TC por
emisión de positrones: está técnica combina la detección de los sitios con
mayor actividad metabólica y mejor precisión anatómica respecto de la
centellografía, pero con mayores costos y radiación. Normalmente, la fractura
por estrés hipercapta de forma lineal o localizada, mientras un proceso
neoplásico lo hace de forma difusa, aunque estos patrones no son específicos.
Creemos
imprescindible tener conciencia de las fracturas por estrés y conocer sus
características clínicas y en los estudios por imágenes. El algoritmo que
sugerimos es una minuciosa anamnesis y un exhaustivo examen físico. Una vez que
sospechamos una fractura por estrés, continuamos con una radiografía de todo el
hueso afectado. Si se detecta alguno de los hallazgos antes descritos,
continuamos con una TC y RM; en cambio, si, en la radiografía, no se observan
características compatibles con una fractura por estrés, solicitamos una RM.
Si, con los resultados de estos estudios, persisten dudas sobre el origen de la
lesión, preferimos realizar una biopsia por punción para un análisis
histopatológico a fin de definir si hay células atípicas. Cuando la clínica es
dudosa, sin ningún hallazgo en los estudios por imágenes mencionados, optamos
por una centellografía para valorar hipercaptación y, en caso de ser negativa,
procedemos a descartar una fractura por estrés y, si es positiva, avanzamos con
una biopsia por punción para definir (Figura 6).
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ORCID de T. Scarpaci:
https://orcid.org/0009-0000-2404-5527
ORCID de G. Farfalli:
https://orcid.org/0000-0001-7986-2989
ORCID de J. I. Albergo: https://orcid.org/0000-0002-7175-6812
ORCID de L. Aponte Tinao: https://orcid.org/0000-0002-2096-7206
Recibido el 19-10-2024.
Aceptado luego de la evaluación el 2-1-2025 • Dr.
Juan Ignacio Pérez Abdala • ignacio.perez@hospitalitaliano.org.ar
• https://orcid.org/0000-0002-5398-6876
Cómo
citar este artículo: Pérez Abdala JI, Scarpaci T, Albergo JI, Farfalli G,
Aponte Tinao L. Instrucción Ortopédica de Posgrado – Imágenes. Resolución del
caso. Rev Asoc Argent Ortop Traumatol
2025;90(1):103-108. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.1.2052
Información del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2025.90.1.2052
Fecha de publicación: Febrero, 2025
Conflicto de intereses: Los autores no declaran conflictos de intereses.
Copyright: © 2025, Revista de la Asociación Argentina de
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