PRESENTACIÓN DE CASOS
  Fractura del gaucho.
  Mecanismo inusual de fracturas  lumbares 
  bajas de tipo estallido
Daniel O. Ricciardi, Guillermo A. Ricciardi, Ignacio G. Garfinkel, Gabriel G. Carrioli
Equipo de Columna, Hospital General de  Agudos “Dr. Teodoro Álvarez”, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
 Dr. Daniel O.  Ricciardi • danieloscarr9@gmail.com  http://orcid.org/0000-0002-1396-9115 
ORCID de G. A.  Ricciardi: http://orcid.org/0000-0002-6959-9301
ORCID de I. G.  Garfinkel: http://orcid.org/0000-0001-9557-0740
ORCID de G. G.  Carrioli: http://orcid.org/0000-0003-4160-9712
http://dx.doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2019.84.4.929
Recibido el  8-12-2018. 
    Aceptado luego de la evaluación el 22-2-2019 
Resumen
Comunicamos dos casos de fracturas lumbares bajas de tipo estallido con compromiso de la cuarta vértebra lumbar (L4), en pacientes que desarrollan la actividad conocida como “jineteada gaucha”, quienes sufrieron una caída de tipo “voleo”, en la cual el caballo cae hacia atrás sobre su dorso aprisionando al jinete contra el suelo.
Palabras clave: Fractura vertebral; Lumbar; Mecanismo lesional; Jineteada; Gaucho.
Nivel de Evidencia: IV
Abstract
“Gaucho´s fracture”. An unusual mechanism of lumbar burst fractures in horse riders
We discuss two cases of lumbar burst fractures at the fourth lumbar spine vertebra (L4), in patients engaging in a type of horseriding activity known as jineteada gaucha, in which the horse falls on its back, holding the rider against the ground.
Keywords: Vertebral fractures; Lumbar spine; Horse riders; Gaucho.
Level of Evidence: IV
Introducción
 Las fracturas vertebrales de la  columna lumbar baja son lesiones vertebrales poco frecuentes y de  características
  particulares. La topografía principal  de las fracturas vertebrales es la unión toracolumbar (T10-L2) que comprende
  la transición entre la columna  torácica rígida y la columna lumbar móvil.1 A diferencia de la transición toracolumbar,
  la columna lumbar baja (L3-L5)  representa <4% de las lesiones.2-4  En relación con el mecanismo de lesión  de las fracturas lumbares de tipo estallido, las series publicadas hacen
  referencia principalmente a accidentes  automovilísticos, caídas de altura y, en menor medida, trauma directo.2-8  Numerosas publicaciones mencionan a  las lesiones vertebrales relacionadas con la monta y la equitación.9-18 El
  riesgo general de sufrir lesiones  vertebrales como consecuencia de la equitación, según otras publicaciones,  puede
  ser semejante al de las carreras de  motos y los deportes de colisión, como el rugby.9  
  A su vez, diferentes actividades  deportivas y culturales que involucran al caballo implican distintos riesgos
  particulares. Existen publicaciones  norteamericanas relacionadas con el rodeo. Boham y O’Connell reportaron un
  mecanismo inusual de lesión en atletas  de rodeo que provoca una fractura toracolumbar tipo Chance.10  Presentamos dos casos de fracturas de  la cuarta vértebra lumbar (L4) provocadas por una caída de tipo “voleo”,
  en la cual el caballo cae hacia atrás  sobre su dorso aprisionando al jinete contra el suelo, durante la jineteada
  gaucha –una actividad ecuestre  característica y tradicional de la Argentina, Paraguay, Uruguay y sur del  Brasil,
  relacionada con el folclore y la  cultura del “gaucho” en estos países–.
Ambos pacientes fueron tratados por  nuestro equipo, entre enero y octubre de 2016. El tratamiento quirúrgico
  se realizó por vía posterior única,  con descompresión posterolateral directa, reparación del saco dural y  artrodesis
  larga.
  Se describen las siguientes variables:  1) clasificación de la fractura vertebral (según la clasificación AO),19 2) estado
  neurológico al ingresar, según el  puntaje de la American Spinal Injury Association (ASIA),20 3) porcentaje de
  ocupación del canal en un corte  transversal de la tomografía computarizada (TC), considerando como referencia  el
  área del canal en la tercera vértebra  lumbar sana (ACL3), se midió el área de ocupación de los fragmentos del muro
  posterior retropulsados (AFL4) y se  calculó su relación porcentual (porcentaje de ocupación del canal = AFL4/
  ACL3 X 100%),21 4) la cifosis segmentaria a través del método de  Cobb midiendo el ángulo formado entre una
  línea trazada paralela al platillo  vertebral superior de una vértebra por encima de la fracturada y una línea  trazada
  paralela al platillo vertebral  inferior de una vértebra por debajo,22,23 5) porcentaje del colapso del cuerpo vertebral,
  calculado usando la relación  porcentual entre la altura del muro anterior de la vértebra fracturada y el  promedio de
  la altura del muro anterior de las dos  vértebras adyacentes sanas,22 
  6)  evolución clínica del paciente a los seis meses
  de la cirugía, utilizando la escala  analógica visual para el dolor y el índice de Oswestry.24
  
  Se describe, en detalle, el mecanismo  de la lesión que comparten ambos pacientes y su relación con la “jineteada
  gaucha”.
Caso 1
Hombre de 24 años, que se desempeña como jinete en festivales de “Doma y Jineteada Gaucha”. Estaba compitiendo en un festival, en el partido de Dolores, provincia de Buenos Aires, Argentina. En el curso de la jineteada, el caballo se eleva sobre sus dos patas traseras y cae hacia atrás, lo que se conoce como “voleo” del caballo, y aprisiona al jinete contra el suelo, con compresión y flexión del tronco (Figura 1).
Figura 1. Caso 1. Mecanismo de lesión.
El paciente es trasladado al Servicio de Urgencia del hospital regional y, de allí, es derivado a nuestro centro, a través de su obra social. Ingresa, reactivo, lúcido (escala de Glasgow 15/15), con estabilidad hemodinámica y síndrome de cauda equina incompleto (grado B según el puntaje de la ASIA).19 Se solicitan radiografías y TC de columna cervical, torácica y lumbosacra. Se constata fractura vertebral lumbar baja con compromiso de la cuarta vértebra lumbar (L4), de tipo estallido, con retropulsión de un fragmento voluminoso del muro posterior en el canal, con impronta en el saco dural. La resonancia magnética no mostró una lesión del complejo ligamentario posterior, por lo que se interpreta, según la clasificación AO, como L4: A3, N3, M0 (Figuras 2 y 3). Sin deformidad en cifosis significativa y con un colapso vertebral inferior al 50%. Se constata una lesión hepática asociada, se lo somete a una laparotomía de urgencia y queda internado en la Unidad de Terapia Intensiva.
  Figura 2. Caso 1. Tomografía computarizada,
  corte axial.
  Figura 3. Caso 1. Tomografía
  computarizada, corte sagital.
Se decide efectuar una cirugía con abordaje posterior lumbosacro, descompresión posterolateral directa por técnica de tipo eggshell, con resección del arco posterior de L4 y reducción de los fragmentos en retropulsión.25-27 Se realiza artrodesis lumbosacra larga L2-S1 (Figuras 4 y 5).
  Figura 4. Caso 1. Control radiográfico
  posoperatorio (perfil).
  Figura 5. Caso 1. Control radiográfico posoperatorio
  (frente).
El paciente evoluciona favorablemente con cicatrización de la herida quirúrgica. Comienza con rehabilitación en el posoperatorio inmediato. Se corrige la cifosis segmentaria con medición radiográfica a los seis meses de la cirugía adecuada (Cobb L3-L5 33°, lordosis lumbar 44°, incidencia pelviana 44°, IP-LL 0°, inclinación de la pelvis 18°). El paciente recupera la sensibilidad por completo y evoluciona con una secuela deficitaria parcial motora de raíz L4 izquierda, extensión activa del pie grado 3 (vence gravedad). La TC de control a los dos años muestra la consolidación (Figura 6). Vuelve a montar a caballo (Figura 7 y video).
Figura 6. Caso 1. Control tomográfico posoperatorio.
Figura 7. Caso 1. Retorno a la actividad.
Caso 2
Varón de 17 años, peón de campo y jinete. Ingresa en el Servicio de Urgencia derivado de otro centro por trauma vertebral provocado por un mecanismo comparable con el descrito en el Caso 1, al sufrir el “voleo” de su caballo durante una jineteada gaucha (Figura 8).
Figura 8. Caso 2. Mecanismo de lesión.
Al ingresar está reactivo y lúcido (escala de Glasgow 15/15), con estabilidad hemodinámica. El examen neurológico revela paresia de ambos miembros inferiores (grado D, según el puntaje de la ASIA). Se toman radiografías, una TC y una resonancia magnética de columna cervical, torácica y lumbar que muestran una fractura de tipo estallido del cuerpo vertebral de L4 con múltiples fragmentos voluminosos del muro posterior que ocupaban el canal medular con subluxación L3-L4. Se interpreta, según la clasificación AO, como C:L3-L4 (L4: A3, N3) (Figuras 9 y 10).
  Figura 9. Caso 2. Radiografía inicial
(perfil).
Figura 10. Caso 2. Tomografía computarizada, corte axial.
Se decide el tratamiento quirúrgico con abordaje posterior lumbosacro, reducción, descompresión posterolateral directa por técnica tipo eggshell y artrodesis lumbosacra larga L2-S1 (Figuras 11 y 12).
Figura 11. Caso 2. Control radiográfico posoperatorio (frente).
Figura 12. Caso 2. Control radiográfico posoperatorio (perfil).
El paciente evoluciona favorablemente, con recuperación neurológica completa. Se corrige la cifosis segmentaria con medición radiográfica a los seis meses de la cirugía adecuada (Cobb L3-L5 25°, lordosis lumbar 39°, incidencia pelviana 40°, IP-LL 1°, inclinación de la pelvis 8°). En la Tabla, se resumen los resultados en función de la clasificación, el puntaje de la ASIA, el porcentaje de ocupación del canal, el porcentaje de colapso vertebral, la cifosis segmentaria L3-L5, la escala analógica visual a los seis meses de la cirugía y el índice de Oswestry a los seis meses.
Tabla. Características  de los pacientes
  
Mecanismo de lesión: “impactor sacropelvi ano”
En ambos casos presentados, los pacientes sufren el trauma secundario a la caída hacia atrás del binomio caballo- jinete, durante el “voleo” del animal, el caballo cae sobre su dorso aprisionando al jinete contra el suelo. El jinete queda atascado entre la cabalgadura y el suelo con la región lumbopelviana en máxima flexión hacia el zenit; de esta forma, recibe el peso del animal sobre los isquiones y el sacro. El paciente en posición de hiperflexión permanece fijo con el platillo vertebral superior de S1 paralelo al suelo (Figuras 13 y 14), la pelvis y el sacro actúan como un verdadero “impactor” que resume las fuerzas del peso del caballo y su caída en la columna lumbar baja con la consiguiente fractura de tipo estallido de la cuarta vértebra lumbar.
Figura 13. Valoración radiográfica del mecanismo de lesión.
Figura 14. Gráfico del mecanismo de lesión propuesto.
Discusión
La jineteada gaucha se origina en la  actividad ganadera y el trabajo en el campo de los gauchos e integra las
  tradiciones folclóricas. Forma parte  del folclore de la Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil y Chile, asociada a la
  cultura del gaucho característica de  la región. En esta actividad ecuestre, el jinete debe mantenerse sobre el lomo
  del caballo por un período de tiempo  determinado. Al cumplirse el tiempo señalado para la prueba, suena una
  campana. Los jueces califican cuatro  aspectos: el jinete, el caballo, las espuelas y la elegancia. La vestimenta del
  jinete está reglamentada para mantener  las tradiciones gauchas. Entre los torneos de jineteada gaucha, se destaca
  el “Festival Nacional e Internacional  de la Doma y Folcklore de Jesús María”, que se realiza anualmente, en enero,
  en la provincia de Córdoba.28  
  Los deportes relacionados con caballos  plantean un riesgo de lesiones vertebrales comparable con el motociclismo
  según series publicadas recientemente.  Dicho riesgo estaría relacionado con la asimetría ponderal y biomecánica
  entre el ser humano y el caballo, este  animal puede llegar a pesar alrededor de 500 kg, galopar a una velocidad
  de 50-65 km/h y patear con una fuerza  1,8 veces superior a su peso.9  En diversas series publicadas, se ha  estimado un mayor morbimortalidad en el esqueleto axial: cráneo, tórax y
  columna vertebral. El porcentaje de  lesiones vertebrales varía entre el 13% y el 17%. Siebenga y cols., en una  serie
  de 32 fracturas vertebrales en  jinetes, refieren la unión toracolumbar como topografía predominante y las  fracturas
  por compresión como el mecanismo más  frecuente, y solo tres casos de fracturas lumbares bajas.9
La menor frecuencia de las lesiones  vertebrales en la columna lumbar baja podría asociarse a una biomecánica
  diferente: mayor movilidad en  flexo-extensión, estabilidad proporcionada por los ligamentos iliolumbares y  unión
  al anillo pelviano.3
  El interés por este tipo de lesiones  reside en el eventual daño neurológico en la cauda equina, efecto sobre la
  lordosis fisiológica y el potencial  desequilibrio sagital.3,5
  El plan terapéutico propuesto en la  bibliografía incluye técnicas de reducción indirecta, fusión corta posterior,
  fusión larga posterior, corpectomía  anterior y fusión intersomática, y se han comunicado las siguientes complicaciones:
  síndrome de la espalda plana,  seudoartrosis y falla del implante.2,8
  Por lo expuesto, consideramos de  interés los casos presentados, pues representan lesiones graves con compromiso
  del canal y lesión dural a nivel de la  cauda equina donde la vía posterior única permitió, en nuestras manos,
  abarcar el conjunto de la lesión:  reducción de la fractura, descompresión, extracción de fragmentos del muro  posterior
  intradurales, duroplastia,  recuperación de la lordosis fisiológica y estabilización, con buena evolución a  los
  dos años de seguimiento.29,30
  
  Contamos con un registro fotográfico  de ambos pacientes, que atestigua el mecanismo de lesión idéntico por el
  voleo del animal y la compresión  lumbopelviana. Por este motivo, creemos que merece una descripción particular
  que podría ser útil para valorar el  espectro de lesiones de los deportistas ecuestres que practican jineteada  gaucha,
  así como rodeo americano.
  Boham y O’Connell describieron un  mecanismo inusual de lesión en atletas de rodeo que produce una fractura
  vertebral torácica durante el corcoveo  del animal y la consiguiente flexo-extensión alternante del tronco del jinete.10
  Kaufman describió un mecanismo similar  en fracturas lumbares de tipo estallido como consecuencia del impacto
  vehicular frontal horizontal, con una  fuerza directa axial compresiva transmitida a través de la pelvis y el isquion
  a la columna lumbar del conductor  sentado.31
  
  Se debe sospechar este tipo de lesión  en accidentes por voleo del animal con aprisionamiento del jinete.
  Es preciso llevar a cabo estudios  biomecánicos que corroboren el desarrollo de una fuerza axial transmitida
  desde la pelvis y el sacro hasta la  columna lumbar baja, y que confirme la hipótesis de los autores del “impactor
sacropelviano”.
Conflicto de intereses: Los autores no declaran conflictos de intereses.
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